Hoy es
el turno de Felipe Ruiz, capitán de la selección menor, quien fuera un pilar
fundamental para obtener el tercer puesto en el último torneo disputado en
Argentina, nos contó sobre sus inicios, sus aspiraciones, etc….
Nombre
Felipe Ruiz
Fecha
de nacimiento
23 de febrero 2000
Barrio
Pocitos
Club
al que defiende
Alemán
Puesto
Comencé de pívot, luego jugué de puntero
izquierdo y ahora juego en el armado, ya sea izquierdo, central o derecho.
¿Cómo
arrancaste en el handball?
Empecé de chico con mis amigos en el colegio,
al principio no era citado para ningún partido, ni tampoco para los viajes que
se organizaban, así que deje de jugarlo. Después de dos años Felipe Navarrete
me incitó a jugar nuevamente, volví y comencé a entrenar duro para poder ganarme
un puesto en el equipo y lo logré.
¿Algún
referente?
Gary Hines (Armador de la selección de
Estados Unidos y HSC Bad Neustadt, equipo alemán)
Otro
deporte, ¿hincha de?
Rugby, juego en el Montevideo Cricket Club
(MVCC). Hincha de Peñarol y Aguada
¿Comida
favorita?
Milanesa de carne con papas fritas.
¿Música
que te gusta escuchar?
En general escucho de todo.
¿Cuáles
son tus aspiraciones en el handball?
Ya se cumplieron varias metas que tenía, como
por ejemplo vestir la celeste y poder subir al podio. Ahora aspiro a mejorar a
nivel personal, para cumplir nuevas metas: llegar a la selección mayor y poder
jugar en Europa y vivir de este deporte que tanto me apasiona.
Con Santiago Sagasti en Misiones |
Fuiste
capitán una de los pilares para que la
selección celeste se quedara con el tercer puesto en el último sudamericano de
Misiones, ¿Qué reflexión te queda de dicho torneo?
Jugar con la celeste, sin importar el
resultado, es algo muy especial y lindo de vivir. Así que desde un principio
sabía que este viaje me iba a dejar recuerdos inolvidables. El grupo que se
formó es muy bueno. Por dos razones, una que en lo deportivo nos fue muy bien,
saliendo terceros y la otra porque convivimos durante una semana juntos y nos
pudimos conocer mejor. Siempre nos apoyábamos entre todos, ya sea en las malas
o en las buenas siempre nos mantuvimos unidos. Yo creo que esto es el comienzo
de algo lindo, que a lo largo del tiempo, ira a más. En lo personal, es inexplicable lo que sentí
dentro y fuera de la cancha. Sin duda ponerse la celeste fue algo
impresionante. Pude ver a qué nivel me encontraba y me di cuenta que había
mucho para mejorar, si quería llegar a la altura de los argentinos o brasileros.
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