jueves, 5 de marzo de 2015

El ADN de Felipe Ruiz





Hoy es el turno de Felipe Ruiz, capitán de la selección menor, quien fuera un pilar fundamental para obtener el tercer puesto en el último torneo disputado en Argentina, nos contó sobre sus inicios, sus aspiraciones, etc….

Nombre
Felipe Ruiz

Fecha de nacimiento
23 de febrero 2000

Barrio
Pocitos

Club al que defiende
Alemán

Puesto
Comencé de pívot, luego jugué de puntero izquierdo y ahora juego en el armado, ya sea izquierdo, central o derecho.

¿Cómo arrancaste en el handball?
Empecé de chico con mis amigos en el colegio, al principio no era citado para ningún partido, ni tampoco para los viajes que se organizaban, así que deje de jugarlo. Después de dos años Felipe Navarrete me incitó a jugar nuevamente, volví y comencé a entrenar duro para poder ganarme un puesto en el equipo y lo logré.

¿Algún referente?
Gary Hines (Armador de la selección de Estados Unidos y HSC Bad Neustadt, equipo alemán)

Otro deporte, ¿hincha de?
Rugby, juego en el Montevideo Cricket Club (MVCC). Hincha de Peñarol y Aguada

¿Comida favorita?
Milanesa de carne con papas fritas.


¿Música que te gusta escuchar?
En general escucho de todo.

¿Cuáles son tus aspiraciones en el handball?
Ya se cumplieron varias metas que tenía, como por ejemplo vestir la celeste y poder subir al podio. Ahora aspiro a mejorar a nivel personal, para cumplir nuevas metas: llegar a la selección mayor y poder jugar en Europa y vivir de este deporte que tanto me apasiona.

Con Santiago Sagasti en Misiones

Fuiste capitán  una de los pilares para que la selección celeste se quedara con el tercer puesto en el último sudamericano de Misiones, ¿Qué reflexión te queda de dicho torneo?                         
Jugar con la celeste, sin importar el resultado, es algo muy especial y lindo de vivir. Así que desde un principio sabía que este viaje me iba a dejar recuerdos inolvidables. El grupo que se formó es muy bueno. Por dos razones, una que en lo deportivo nos fue muy bien, saliendo terceros y la otra porque convivimos durante una semana juntos y nos pudimos conocer mejor. Siempre nos apoyábamos entre todos, ya sea en las malas o en las buenas siempre nos mantuvimos unidos. Yo creo que esto es el comienzo de algo lindo, que a lo largo del tiempo, ira a más.  En lo personal, es inexplicable lo que sentí dentro y fuera de la cancha. Sin duda ponerse la celeste fue algo impresionante. Pude ver a qué nivel me encontraba y me di cuenta que había mucho para mejorar, si quería llegar a la altura de los argentinos o brasileros.


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